Un día en el jardín de infancia
- Jessica Morán
- 23 abr 2022
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 28 mar
Rutina Diaria en el Jardín de Niños UMAI

Cada mañana, al llegar al jardín, los niños y niñas participan en un período de juego libre dentro del salón de clases, permitiéndoles iniciar el día de manera relajada y adaptarse al entorno escolar.
Una vez que todos han arribado, realizamos la "ronda", un momento grupal donde nos saludamos y compartimos cantos y juegos de dedos relacionados con la estación del año en curso, fomentando la cohesión del grupo y la conexión con el entorno natural, Interpretando canciones infantiles sencillas donde realizamos movimientos corporales que acompañan la música, fomentando la coordinación y el sentido rítmico.

Posteriormente, salimos al patio para una caminata tranquila por el parque, brindando a los niños y niñas la oportunidad de explorar, investigar y jugar libremente, estimulando su curiosidad y fortaleciendo su vínculo con la naturaleza.
Al regresar al salón, compartimos un refrigerio saludable. Antes de comer, todos nos lavamos las manos, inculcando hábitos de higiene y preparación. Durante este momento, trabajamos en la paciencia y el respeto, esperando a que todos estén servidos para comenzar a comer.
Después del refrigerio, llevamos a cabo la actividad del día, diseñada para estimular el desarrollo integral de los niños y niñas. Diariamente, compartimos la narración de un cuento, fomentando la imaginación y el amor por la literatura.
Además del cuento, realizamos actividades específicas que varían según el día de la semana:
Lunes: Dibujo libre, permitiendo que los niños expresen su creatividad y emociones a través del arte.
Martes: Pintura con acuarelas, explorando el uso del color y fomentando la expresión artística.
Miércoles: Juegos de movimiento relacionados con el cuento del día, promoviendo la actividad física y la comprensión de la historia.
Jueves: Moldeado con pan, una actividad sensorial que desarrolla la motricidad fina y la creatividad.
Viernes: Expresión musical, donde los niños y niñas participan en actividades como:
Juegos rítmicos con instrumentos: Utilizamos instrumentos de percusión como maracas, tambores y xilófonos para explorar diferentes ritmos y sonidos, desarrollando la percepción auditiva y la motricidad.
Imitación de sonidos y ritmos: Jugamos a imitar sonidos del entorno y ritmos musicales, mejorando la memoria auditiva y la capacidad de atención.
Finalizada la actividad del día, disfrutamos de un período de juego en el exterior, donde los niños y niñas tienen la libertad de elegir sus juegos y compañeros, promoviendo la autonomía y la socialización.

A continuación, compartimos la comida. Previamente, reforzamos la importancia de la higiene lavándonos las manos. Durante la comida, se fomenta la conversación y se fortalecen los lazos comunitarios.
Tras la comida, realizamos una limpieza general del espacio, en la cual los niños y niñas participan activamente, desarrollando el sentido de responsabilidad y colaboración en el mantenimiento de un ambiente ordenado y limpio. Posteriormente, preparamos el ambiente para la siesta. Acomodamos el espacio para cada niño, ayudándolos a cambiarse y preparándolos para descansar. Dormir a la misma hora y en los mismos espacios cada día brinda a los niños y niñas la seguridad necesaria para conciliar el sueño.
Al concluir la siesta, despertamos a los niños y niñas suavemente, los alistamos y preparamos para la salida, asegurando una transición tranquila hacia el reencuentro con sus familias. Esta rutina diaria estructurada proporciona a los niños y niñas un entorno predecible y seguro, esencial para su desarrollo emocional y social.
MISS. JESSICA MORÁN.
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