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Son juguetes no especializados realizados con materiales naturales que no estimulan directa y únicamente la capacidad intelectual del niño. Estos juguetes dan la oportunidad al niño de reconocerse libremente en él, es decir, es el propio niño quien a través de su imaginación decide cómo y para qué utilizar el juguete.
Las muñecas Waldorf tienen rostros poco definidos y sin un grado de detalle en sus facciones. Los materiales naturales con los que están hechos los juguetes cuidan sus sentidos y permiten que el infante permanezca en contacto consigo mismo mientras juega, de modo que logramos que el niño se integre de forma más saludable y armónica en el medio que lo rodea y en su interior. En la pedagogía Waldorf se intenta que el niño aprenda de forma armónica y equilibrada desarrollando a la par la voluntad el sentir de pensar.
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Hasta los 7 años el niño desarrolla la voluntad a través de la conquista del movimiento y de la imitación, es por eso, por lo que estimularlo antes de tiempo puede entorpecer el interés del niño por el aprendizaje; nos referimos a darles acceso a las pantallas, juguetes electrónicos, etc. Por este motivo, debemos tratar de mantener estos objetos alejados durante los primeros años la primera infancia.
Los materiales de los juguetes Waldorf son típicamente maderas, seda, lana y algodón, todos ellos ideales para nutrir los sentidos de un niño pequeño.
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